Cansado de simplificar mi arte y mi vida, aspiro a simplificar mi vida y mi arte;
quiero realizar este milagro sin reducir mis desequilibrios
ni suprimir mis carcinomas interiores;
hacer la cifra sin contarla;
tener lo mismo:
uno,
cien,
mil,
que un millón o nada;
vivir cerca de los animales, muy lejos de los hombres;
tener por música, la música del mar, la música de las estrellas y la música de mis clavicordios interiores.
Análisis
En este poema se puede apreciar que el autor intenta inclinarse por un sentimiento o un anhelo, nos dice que aspira a facilitar su vida y su arte, es decir, que su vida esté primero que su profesión y no al contrario; prueba de ello es su marcado deseo de alejarse de los demás y de estar en un entorno mucho más natural y tranquilo en el que pueda incluir un nuevo método en los versos diferente al de los demás.
Asimismo, cabe destacar que es un escrito en el que se emplea cierto tipo de monólogo, dado que parece como si Vigil Díaz mantuviera un discurso interno consigo mismo, expresándose siempre en primera persona.
Entre las figuras literarias, hacen acto de presencia la reduplicación y la metáfora. De más estaría decir que es un poema carente de rima y ritmo, lo que lo hace encajar perfectamente en el movimiento que le es propio.